martes, 25 de mayo de 2010

Entrevista a Sam Worthington


Prácticamente un desconocido entre el gran público, Sam Worthington (Perth, Australia, 1976) da con 'Terminator Salvation' un salto definitivo hacia el estrellato. En esta cinta encarna a un humano condenado a muerte al que la ciencia le da esperanza... en un futuro plagado de terminators asesinos.

Próximos Film en los que está Involucrado:

- Last Night con Chloe Last Night como Michael Reed con Keira Knightley y Eva Mendes. (Drama) (2010)
- The Debt como Young David con Helen Mirren y Ciarán Hinds (2010)
- The Fields como Jake Souder Moretz y Jeffrey Dean Morgan (2011)

Pregunta:
Sin duda se encuentra en un momento importante de su carrera...

R.- Eso es lo que me dice todo el mundo; pero la verdad es que no pienso en ello demasiado. Sólo espero no decepcionar a nadie. Ni a mí mismo...

Pregunta: ¿No le parece curioso aparecer el mismo año en 'Avatar', de James Cameron, y en 'Terminator Salvation', la última película de la franquicia que él creó hace años?
R.- Sí que es curioso. Y un motivo más para darlo todo.

Pregunta:¿Cree que el propio Cameron le recomendó para 'Terminator Salvation'?

R.- No lo sé; pero me imagino que McG, el director, hablaría con él en algún momento.

Pregunta:¿Cómo es Marcus, su personaje?

R.- Es una especie de Alicia en 'Alicia en el país de la maravillas' o Dorothy en 'El mago de Oz', porque se despierta en un mundo que no conoce y va encontrándose con personas que le dan el corazón, el coraje y el cerebro para finalmente presentarse frente al mago y descubrir quién es. Me imagino que debe ser extraño decir que eres Judy Garland en una película 'Terminator'... (risas).

Pregunta:¿Y cómo describiría su relación con John Connor, el líder de la Resistencia humana?

R.- Se trata de una relación con diferentes capas, aunque con un destino común.




Pregunta:Christian Bale da vida a John Connor. ¿Cómo resultó trabajar con él?

R.- Christian es una de esas personas de las que escuchas muchas cosas, pero a la que nunca conoces hasta que no estás con él. Y no le interesan las cosas superficiales; sólo el trabajo, para luego volver a casa con su familia. Es un actor apasionado y generoso que siempre lo da todo, por lo que te obliga a mejorar, que es bueno.

Pregunta:¿Qué ha aprendido de él?

R.- A centrarme más. Personas como él te enseñan a sacar lo mejor de ti para seguir la visión del director y asegurarte de que la historia encandila al público.

Pregunta:¿Qué nos puede contar acerca del director?

R.- McG es un entusiasta del cine y está siempre encima de todo. No es uno de esos directores que se sientan en su silla y esperan que las cosas pasen ante él. Le gusta trabajar en equipo y es tan enérgico que te anima a darlo todo. James Cameron me dijo que una película es como una batalla de la que no se conoce el resultado, por lo que todos tienen que esforzarse al máximo para ganarla.

Pregunta:¿Fue duro el rodaje en el desierto de Nuevo México?
R.- Fue bastante agotador, porque me pegaban tiros constantemente; pero me lo pasé muy bien. Créeme, cuando te dicen que hay que correr por un campo minado le aseguro que te das prisa.

Pregunta:Y luego está el trabajo con efectos especiales…

R.- También me gusta ese aspecto de mi profesión y es mi obligación asegurarme de que parezca real.

Pregunta: McG ha intentado rodar este largometraje con acción real siempre que fuera posible y sólo ha acudido a los efectos visuales cuando era necesario. ¿Qué le parece esa decisión?

R.- Además, la mayor parte de los robots que aparecen en la película fueron realmente construidos. Y es mejor actuar frente a un terminator que puedes ver que delante de una pelota de tenis situada en lo alto de un palo.

Pregunta:¿Cómo describiría su trabajo?

R.- Para mí la interpretación consiste en construir algo veraz en circunstancias imaginarias.

Pregunta:¿Cuál diría que es el mensaje de la película?

R.- El filme transmite un mensaje de esperanza y solidaridad.

Todos los actores tememos al desempleo.




Pregunta:¿Qué le atrajo del proyecto de Furia de Titanes?
R.- Primero me creí el proyecto, para aceptar un papel soy muy instintiuvo. Necesito apasionarme por la historia. Y confiaba en el equipo. Además, se me ha dado la posibilidad de trabajar a fondo el personaje, de transformarlo, adaptarlo a mi manera de concebirlo, siendo fiel a la historia, pero sabiendo que podía hacerlo evolucionar.

Pregunta:¿En qué se diferencia su Perseo del que interpretó Harry Hamlin en la película original de 1981?
R.- Es más complejo. Furia de Titanes es una película de acción, pero a veces llega a ser un drama muy intenso. La veo como una historia sobre venganza y justicia. Perseo es el chico de oro de los dioses, pero crece de modo salvaje, tras ser abandonado en una barca por los caprichos divinos. Al principio no sabe de su naturaleza y, cuando comienza a intuir que es a la vez un hombre y un dios, se siente atormentado. Rehúye su condición. Esa es una de las grandes diferencias con la primera película, en la que acepta los regalos de los dioses: el casco, el escudo, la espada... acepta esa parte de ser un dios sin cuestionarlo, y finalmente, su misión le conduce a ese estado sobrehumano. El Perseo que yo interpreto, sin embargo, quiere concluir su misión como un humano. Definitivamente, no quiere ser un dios.

Pregunta:¿Han sido más duras las escenas de acción que en Avatar?
R.- Soy australiano, llevo la acción en la sangre (risas). Con Avatar y Terminator Salvation ya me acostumbré a tener que filmar delante de una pantalla verde. El rodaje, a pesar de eso, ha resultado duro, pero, por suerte, tenía la fantástica ayuda de entrenadores y dobles. Aunque en la película he intentado hacer casi todas las escenas de acción, sin recurrir a la ayuda de un doble. La verdad es que he mejorado mucho mi habilidad con la espada. Ha sido un rodaje especialmente físico. Jim Cameron trataba de que no se notara la distancia que provoca la pantalla verde y aquí, pese a que es también una cinta de efectos especiales, es también un trabajo muy orgánico.

Pregunta:¿Mantiene relación con Cameron?
R.- Jim es un director y un tipo muy abierto. Pasamos 14 meses rodando, y más meses aún con la promoción de la película. La verdad es que tenemos una relación muy constructiva. Le veo como un amigo, no solo por lo que ha hecho por mí.




Sam Worthington sobre Avatar: Es jodidamente real

Pregunta:¿Has visto ya la versión acabada de Avatar?
R.-He visto el último montaje. Tiene muchas partes sin renderizar (sin “pintar”). ¿Que qué opino de lo visto? Es una puta bestia que va a patear a todo el mundo en la cabeza.

Pregunta:¿Puedes hablar de tu personaje?
R.-Es un marine retirado que se va a otro planeta para manejar cuerpos operados por control remoto, a los que se conoce como Avatares. Ese es mi papel.

Pregunta:¿Qué ha sido más desafiante, Terminator o Avatar?
R.-Dos monstruos diferentes. Totalmente diferentes. Con Jim fueron 13 meses de rojade sin pausa, ocho de los cuales fueron con captura de movimientos. En Terminator rodamos cuatro meses. Avatar fueron 13 y me pareció corto. Jim lleva trabajando en ello cinco años.

Pregunta:¿La has visto en 3D?
R.- Sip. Ves la reproducción del rodaje en 3D. El 3D para Jim is como el digital para Danny Boyle. Es simplemente el formato que le gusta a Jim. Está convencido de que mete más al público en la pantalla. No es un “tangue”, es que literalmente estás viendo a tu alrededor toda la mierda que hay en la pantalla. Y dado que es fotorrealista todavía te llega mejor. Tu cerebro realmente se lo cree. No se distrae ni se distancia. Crees que estás en Pandora [el planeta].


Pregunta:¿Tuviste ese tipo de experiencia inmersiva al verla?
Si, en las partes que he visto en 3D. Da la impresión de que hayamos rodado en Hawai. Es jodidamente real.


sábado, 13 de marzo de 2010

Entrevista Javier Bardem

Javier Bardem obtuvo en 1992 el reconocimiento internacional de crítica y público con Jamón, jamón, la película de su descubridor Bigas Luna, aunque su nombre permaneció prácticamente en la sombra fuera de nuestras fronteras.
Casi una década más tarde, este actor de 31 años exhibe su asombroso talento en Antes que anochezca, de Julian Schnabel. Interpreta uno de los papeles más fascinantes que se hayan visto nunca en una película estadounidense, y para el que se preparó a fondo.
Aquí reproducimos Algunas entrevistas:
Sobre el Film "No country for old men"



Primeras Actuaciones de Javier Bardem en TV desde que era un Niño en Adelante



En el Film Colateral



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viernes, 29 de enero de 2010

The happening: entrevista con M. Night Shyamalan

En la entrevista, Shyamalan nos cuenta de qué trata el film y cómo surgió la idea, o de cómo ha intentado emular los grandes clásicos del terror de los 50 y 60. Además nos señala cuales son sus escenas favoritas, o cómo ha sido trabajar con Mark Wahlberg.



También nos desvela el motivo de que esta película sea tan explícita, algo a lo que no nos tenía acostumbrados echando la vista atrás a su filmografía. Y también la reacción que espera obtener del público con ello. Posiblemente haya sido un intento de reencontrarse con el gran público y la crítica, sin embargo ha corrido el riesgo de desencantar a sus fans.
Para los que no recordéis de qué iba la película, os volvemos a dejar el trailer de la misma.




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viernes, 11 de diciembre de 2009

Protagonistas de Gigante

La actriz uruguaya Leonor Svarcas llegó a Lima para presentar la cinta "Gigante", dirigida por Adrián Biniez, en el XIII Encuentro Latinoamericano de Cine.



Fragmento del Film:




Aquí puedes encontrar mas info de esta pelicula:
Info de Gigante

martes, 24 de noviembre de 2009

Leonardo Favio

Esta entrevista la realizó el Periodista Fernando Martín Peña en oportunidad del ciclo "La Joven Guardia" que se emitió en Canal 7 de Argentina en el verano de 2008.

La entrevista se presentó como antesala de la proyección del film "Soñar soñar" que Leonardo Favio realizó en 1976.

Primera Parte:



Segunda Parte:

domingo, 1 de noviembre de 2009

Entrevista a Robert De Niro


A los 65 años dos películas lo tienen como protagonista, una junto a Al Pacino. Apoya a Obama y está pensando en filmar la secuela de El buen pastor.



- Algunos elementos de What Just Happened parecen increíbles. ¿Es la película una exageración?

-Creo que no sólo no es una exageración, sino que no es nada en comparación con cómo son algunas personas en este ambiente. Hay un montón de gente que está tan loca que decidimos no incluirla en la película porque serían realmente increíbles.

-Usted nunca ha vivido en Hollywood. ¿Eso ha sido por la clase de temor que tiene su personaje de Art en la película?

-Bueno, siempre le tenemos temor a algo. Nunca viví en Hollywood, no la considero como una ciudad realmente. Yo soy un neoyorquino, crecí en Nueva York y hay una diferencia enorme entre un lugar y otro. En ese sentido, así como Detroit es la ciudad de las automotrices, L.A. es la ciudad de la industria del cine.

-Pero la película lo muestra muy temeroso de Hollywood ¿Ha tenido ese sentimiento con la industria?

-Bueno, en realidad el temor del personaje de Art ya estaba escrito. Cuando leí el libro no tuve sensación de temor, pero supongo que es porque el personaje tiene un gran sentido del humor. Él escribe desde su perspectiva y ese temor es producto de su experiencia y de todo lo que vivió allí adentro. Por eso es que le dije que hiciera una película. Le dije: "Escribí un guión si podés". Y lo hizo.

- Aun siendo Robert De Niro, cuando hizo El buen pastor, que fue su segunda película como director, no fue una tarea sencilla, ¿no?

-No, fue una experiencia humillante porque todos los días teníamos que tomar decisiones sobre todo tipo de cosas imaginables, y, una vez que atravesábamos el día, nos dábamos cuenta, después de un esfuerzo enorme, que no habíamos podido hacerlo bien. Eso hacía que todos los días nos sintiéramos terriblemente mal. Fue duro. Muy duro.

-Realmente parece preocuparse por sus películas.

-Sí, es que si realmente no te ocupás, eso se nota y la gente lo siente. El lado comercial es difícil. Se trata de dinero. Se trata de ¿cuánto dinero estoy dispuesto a perder? No es que se trate de gente mala, sino de gente que está intentando proteger sus inversiones. De lo que se trata este asunto es de hacer una película del mejor modo posible sin comprometerla. Pero es un camino de obstáculos.

-¿Le genera algún tipo de interés el juego de poderes que se refleja en la película?

-Supongo que es algo que se podría encontrar en cualquier negocio, pese a que no me gusta llamar al negocio de las películas un negocio. Me gusta llamarlo profesión. Pero, en todo esto, hay una gran parte de negocio que juega un rol poderoso, porque los estudios empujan, uno empuja y, de lo que se trata, es de obtener lo que uno quiere. En mi caso es el hecho de hacer películas lo mejor que pueda, con los actores adecuados, con la gente adecuada y con los ingredientes adecuados. Y con gente que respete eso. Pero cuando ellos empiezan a calcular el monto del dinero, uno se tiene que dar cuenta hasta dónde se puede llegar. Allí es cuando el protagonista puede tener un rol importante. Fue el caso de Matt Damon en El buen pastor, quien estuvo genial facilitándome la tarea. Sin él no hubiéramos podido terminar el film.

-¿Con qué fue más difícil lidiar: con los egos de los actores, con los inversores o con el calendario estipulado?

-Bueno, creo que cuando uno trabaja con gente que realmente es buena y creativa el ego es algo bueno y hasta importante. Sea un actor u otro elemento de la película, uno tiene que permitir que cada uno de ellos se exprese tal como es, dando lo mejor de sí. Uno debe estar complacido con eso que ellos entregan, incluso hasta el punto de ser indulgente. La gente necesita ese tipo de facilidades para dar lo mejor de sí. Al menos ellos lo hacen por mí, hablando como director. En todas las películas que he visto o intervenido, los actores trataron de dar sus mejores performances.

-¿Qué es lo que se hace para mantener a esa gente con los pies en la tierra?

-No lo se, realmente, es una pregunta difícil. No estoy seguro cómo responder. Por un lado está la naturaleza de una película y la gente que trabaja en ella y que cobra por hacer eso, que es gente creativa, y luego está uno. Siempre hay una división entre lo que ellos necesitan y lo que uno necesita. De alguna manera se tiene que situar en el medio.

-¿Se ha encontrado alguna vez en situaciones difíciles siendo actor, situaciones como las que atraviesa el personaje de Bruce Willis haciendo de sí mismo?

-He tenido algunos problemas, pero el tema es que uno siempre tiene que lidiar con situaciones en las que no se puede prever que esa clase de problemas aparezcan, incluso conociendo a la gente que trabaja con uno, o sabiendo lo que ellos hacen. O si estás haciendo eso por determinada razón (tomando ese riesgo), uno tiene que saber de qué se trata, porque uno no puede de repente decir: "Ey, un minuto..." , porque uno sabía de qué iba la cosa cuando aceptó hacerlo y esa es responsabilidad de uno. Pero yo no estoy en la línea del personaje que Bruce Willis tiene en el film. Yo nunca he pasado por esa clase de experiencias. Él estuvo grandioso porque quería estar en la película y tiene un gran sentido del humor sobre sí mismo.

-Usted hizo una gran cantidad de comedias en los últimos ochos años. ¿Son las comedias un nuevo placer que descubrió hace poco o es que nunca antes se las habían ofrecido?

-Hice películas como el Rey de la comedia o Fuga a la medianoche que tenían algunos elementos de comedia. Incluso encuentro algunos en Taxi Driver. Pero es cierto que no eran películas cómicas como lo fue Analízame o La familia de mi novia. Realmente disfruté filmándolas.

-¿Qué sintió cuando leyó el libro de Art Linson y se dio cuenta de que hay un personaje que aparece haciendo de usted. ¿Lo retrató bien?

-Sí, me reí mucho. Pensé que estaba muy bien. Art escribe con humor, y no con el sentido crítico de una persona. En la película, el personaje de John Turturro interpreta a un amigo de Art en la vida real y lo que puedo decir es que ellos todavía se hablan (risas). Han tenido idas y vueltas, pero todavía son amigos.

-Mirando hacia atrás, ¿considera que tuvo una carrera dificultosa?

-No creo que haya tenido las dificultades de otras personas. De ninguna manera. En última instancia, es tan duro hacer una película, que lo que uno no quiere es que el resto de la gente la pase mal. Ahora, si uno realmente siente que necesita hacer algo de determinada manera, eso ya es otra historia.

-El método para componer sus papeles es no hablar con la gente en el rodaje. Se dice que ellos a veces pueden percibirlo como un gesto poco amistoso, pero es parte del proceso, ¿no?

-Sí, exacto, es solo una cuestión de foco.

-Vayamos hacia tras. Sus dos primeras películas.

-Yo era un actor de Nueva York y me fui a Hollywood por tres semanas a filmar Mean Streets, pero, la verdad, no salí mucho. Realmente nunca pasé mucho tiempo afuera. Luego filmamos dos semanas en Nueva York, que es donde siempre estoy. He estado una gran cantidad de veces en L.A. haciendo películas pero no viviendo. No es que estuve recorriendo L.A. como si fuera un actor joven.

- Si usted creyera que una película necesita algo para poder continuar, ¿hasta dónde pelearía para conseguirlo?

-Bueno, eso se reduce al dinero. Así que siempre que uno pueda debe tomar el camino con menos chances de perder dinero. En el caso de El buen pastor, Matt Damon salió al cruce cuando las dificultades habían aparecido, y eso realmente me alivió muchísimo. Hablo como director. Como actor, yo me divorcio de esos asuntos, si es que ya no estoy metido como productor. No hay nada como la presión de ser director. El director es el capitán del barco y realmente tiene que tomar decisiones que son duras.

-¿Cree que es duro tomar ese tipo de decisiones?

-Sí, siempre es difícil tomar esas decisiones. Por eso se llaman "decisiones difíciles" (risas).

-Alguna vez dijo que durante la filmación de El Francotirador necesitaba un oso y que el estudio le dijo que no. ¿Cuán lejos podría llegar en ese tipo de discusiones? ¿Podría pelear como lo hace Bruce Willis en la película?

-Lo que puedo recordar es que alguien podía decirme que haga esto o aquello y que yo no lo hubiera tolerado. Hay cosas que no están abiertas a discusión. O sea, está abierto a discusión con el director, porque el director es el jefe. Los tipos trabajan juntos, pero el que toma la decisión final es el director, no el estudio. El problema es que quien tiene el personaje del director en What Just Happened no tiene una personalidad fuerte, y si no tenés un director fuerte y la gente sabe cómo presionarlo, entonces tenés un problema. Como productor tenés que tener un director fuerte y no siempre estar de acuerdo con él, pero es mejor que alguien que no tiene un punto de vista sobre las cosas.

-¿Es duro para un director trabajar con usted?

-Me llevo bien con los directores, soy una persona muy soportable y cuando trabajo con ellos no hago más que trabajar. Aun si estoy en desacuerdo sobre algo, prefiero no pelear, no hay tiempo.

-La influencia de los medios y de los paparazzis ha ido en aumento en Hollywood en los últimos años. Usted está considerado uno de los actores más reservados. En las entrevistas raramente habla de cuestiones privadas. Estoy seguro de que esto fue una decisión consciente, pero ¿cuándo fue que tomó esa decisión y por qué? ¿Hubo algún incidente para tomarla?

-No, simplemente supe, a través de mi instinto, que quería estar afuera de todo eso. A veces soy honesto y franco con algunas cosas, pero no todo el tiempo.

-¿Puede hablar sobre lo que significó trabajar con Al Pacino en Righteous Kill? ¿Fue duro elegir ese proyecto luego de Fuego contra fuego, que es considerada una gran película?

-No, estuvo bueno trabajar con Al porque tuvimos un montón de escenas juntos en Righteous Kill. Fuego contra fuego también había sido una buena experiencia.

-Cuando usted trabaja con alguien como Al Pacino el público tiene una expectativa enorme. ¿Ustedes también?.

-Seguro. Los dos las tenemos.

-¿Cómo es trabajar juntos? ¿Es algo normal para ustedes?

-Sí, somos amigos. Nos conocemos desde hace un montón de tiempo, y eso facilita las cosas.

-¿Hay algún tipo de competencia entre ambos?

-No.

Entrevista realizada por Mark Stephenson/IFA - El 07/09/08.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Entrevista a Alejandro González Iñárritu


Con 39 años y una opera prima llamada Amores perros, el director mexicano Alejandro González Iñárritu se estrena en el cine con fuerza y solidez pasmosa.
"Me gustan las relaciones humanas -apunta-, las emociones, la complejidad, retratar lo vulnerable que somos y los cambios de puntos de vistas. Donde más me siento a gusto es teniendo a dos actores en una situación difícil".


En exclusiva y entrevistado en La Habana durante el XXII Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, en diciembre de 2000, Iñárritu reveló que el éxito no deja de ser un camino incómodo. Su cinta,que fue nominada a los Golden Globe en la categoría de mejor filme extranjero, fue desplazada por la del consagrado realizador de origen taiwanés Ang Lee, Crouching Tiger, Hidden Dragon. Alabada en Cannes, Cuba y Estados Unidos, Amores perros ha despertado elogios en críticos y público.
¿Cómo comenzó en el cine?
Soy autodidacta. No creo que el cine esté en la universidad o los libros, sino en la vida misma. Hay que atraparlo a mordidas. Me acerqué a él gracias a la radio y la publicidad, también con un mediometraje que hice para Detrás del dinero, una serie de televisión. Viví muchos días al año dirigiendo para mí pequeños bocetos o sketchs que escribía y eso dio la posibilidad de poder enfrentarme a la herramienta, a la técnica para poder entenderlo.
Amores perros significó saber que puedo contar una historia, creo. Es una película que fue muy importante desde su inicio, no solamente para mí, sino para todos los que nos involucramos, actores, técnicos y el escritor Guillermo Arreaga. Era como la pérdida de la virginidad, un momento muy importante donde se entrega mucho más que un trabajo sino una parte de uno mismo. El cine es una extensión del ser humano, y eso es Amores perros.
Los cineastas quisieran comenzar haciendo una película como la suya. ¿Le fue difícil?
Nunca me planteé si iba a ser exitosa. Era una necesidad de sobrevivencia. Con ella estoy en una encrucijada, pues la segunda se me hará más difícil. Pienso que con un gran fracaso es más duro levantarse. Pero el éxito no deja de ser un camino incómodo. Prefiero ser como una joven promesa que un viejo consagrado. La mayoría de los directores quieren que su primera obra sea vista por mucha gente. El fracaso es mejor siempre que lo lleves con dignidad. Cuando alguien lo toma de forma positiva engendra grandes proyectos y ambiciones. Desde el punto de vista práctico te deja soledad y el tiempo y espacio para estar contigo y poder replantearte una serie de cosas, y su porqué.
Hay en su opera prima una búsqueda de otra manera de decir no tradicional. Algunos ya vaticinan con su obra una ruptura en la manera de hacer cine.Hay una forma de ser, más que una búsqueda. Me encuentro ahí. Hice eso siempre en mis trabajos de radio y publicidad. No fue una decisión estética. Es parte de mi personalidad, de lo que me ha tocado vivir.
La crítica ha llegado a comparar a Amores perros con Pulp fiction, incluso subraya que González Iñárritu deja atrás a Tarantino.
A los críticos les encanta comparar para poder entender en qué terreno están caminando. Si bien la estructura es similar a Pulp fiction -cosa que no fue inventada con ese filme pues se halla en Rashomon y en la literatura en Faulkner, Borges o García Márquez o en el propio Callejón de los milagros- obedeció a una esencia de la historia. La contábamos así o no se podía hacer. Sin embargo, la esencia de la película está muy lejos de la de Tarantino. No sé si es mejor o peor, eso no me toca decirlo a mí. Me parece que en Pulp fiction hay una exploración de la violencia como producto de entretenimiento, lo cual a mí no me hacer reír porque la vivo en mi ciudad y sé lo dolorosa que es. Exploro la violencia a partir del dolor humano y la dimensión que genera eso. Esa es la abismal diferencia entre las dos películas.
La vida es una gran carrera de pérdidas. Pierdes la niñez, tus padres, el pelo, la inocencia y, al final, la vida. En mi filme se ve a un Octavio que descubre su sexualidad y pierde su pureza, a la novia, el perro, amigo y hermano; la modelo la pierna; el otro a su familia. Trata sobre amor-muerte-redención, sobre la dolorosa experiencia de aprender a amar a alguien y a uno mismo. Está además la relación del padre que no existe, abandona y regresa, la violencia familiar, la falta de fraternidad, Caín y Abel en las tres historias. Es compleja. Me cuesta trabajo describirla. Contiene demasiados ingredientes.
Amores perros es una pequeña biopsia de la dolorosa condición humana, de la compleja experiencia de estar vivos. A nivel personal retrata un pedazo de este mosaico que es Ciudad de México. Es una película que está a carne viva. Es una realidad no exaltada, es la realidad de todas formas. A todos nos pega, es un escopetazo del que salen miles de municiones y, por más que quieras apartarte, te pega.
¿Qué piensa de la violencia?
Es parte de nuestra naturaleza, lamentablemente. Lleva mucho dolor, para quien la genera o la recibe, también confusión. Ese estar en contra de nuestra naturaleza forma parte de nosotros.
¿Busca algo especial con las historias?Poder conmover, o mejor, conmocionar. Me gusta unir imágenes que no tienen nada que ver por yuxtaposición, crear una alquimia de situaciones de crisis o alivio. El cine finalmente es una terapia colectiva, donde todo el mundo se encuentra, unos lloran, otros ríen, otros se encierran en sí mismos, se enojan. Cumple una función casi sicológica. Me encanta desembocar o desatar cientos de emociones.
El cine latinoamericano ha pecado muchas veces de ser muy local e ideológico a ultranza. Sin embargo, su película rompe con ese discurso, logra trascender como una obra universal, su historia puede ocurrir en cualquier parte del mundo. ¿Cree que haya modo de superar esa crisis que se da en cierta filmografía de la región?
Cada cineasta es distinto. Creo que quizá lo que hace falta es un poco más de rigor y menos autocomplaciencia de directores, productores y público. Es muy importante subordinar todo a la historia y los personajes.
Solamente perdiéndose en ellos es cuando uno se gana a sí mismo y la obra tiene luz propia. Queriéndola ganar por alguna ideología, mensaje, posición política o personal se afecta la historia y pierdes todo.
Fuente cine-ojo.nireblog.com, realizada en Diciembre de 2000 en el Festival de Cine de La Habana.