viernes, 11 de diciembre de 2009

Protagonistas de Gigante

La actriz uruguaya Leonor Svarcas llegó a Lima para presentar la cinta "Gigante", dirigida por Adrián Biniez, en el XIII Encuentro Latinoamericano de Cine.



Fragmento del Film:




Aquí puedes encontrar mas info de esta pelicula:
Info de Gigante

martes, 24 de noviembre de 2009

Leonardo Favio

Esta entrevista la realizó el Periodista Fernando Martín Peña en oportunidad del ciclo "La Joven Guardia" que se emitió en Canal 7 de Argentina en el verano de 2008.

La entrevista se presentó como antesala de la proyección del film "Soñar soñar" que Leonardo Favio realizó en 1976.

Primera Parte:



Segunda Parte:

domingo, 1 de noviembre de 2009

Entrevista a Robert De Niro


A los 65 años dos películas lo tienen como protagonista, una junto a Al Pacino. Apoya a Obama y está pensando en filmar la secuela de El buen pastor.



- Algunos elementos de What Just Happened parecen increíbles. ¿Es la película una exageración?

-Creo que no sólo no es una exageración, sino que no es nada en comparación con cómo son algunas personas en este ambiente. Hay un montón de gente que está tan loca que decidimos no incluirla en la película porque serían realmente increíbles.

-Usted nunca ha vivido en Hollywood. ¿Eso ha sido por la clase de temor que tiene su personaje de Art en la película?

-Bueno, siempre le tenemos temor a algo. Nunca viví en Hollywood, no la considero como una ciudad realmente. Yo soy un neoyorquino, crecí en Nueva York y hay una diferencia enorme entre un lugar y otro. En ese sentido, así como Detroit es la ciudad de las automotrices, L.A. es la ciudad de la industria del cine.

-Pero la película lo muestra muy temeroso de Hollywood ¿Ha tenido ese sentimiento con la industria?

-Bueno, en realidad el temor del personaje de Art ya estaba escrito. Cuando leí el libro no tuve sensación de temor, pero supongo que es porque el personaje tiene un gran sentido del humor. Él escribe desde su perspectiva y ese temor es producto de su experiencia y de todo lo que vivió allí adentro. Por eso es que le dije que hiciera una película. Le dije: "Escribí un guión si podés". Y lo hizo.

- Aun siendo Robert De Niro, cuando hizo El buen pastor, que fue su segunda película como director, no fue una tarea sencilla, ¿no?

-No, fue una experiencia humillante porque todos los días teníamos que tomar decisiones sobre todo tipo de cosas imaginables, y, una vez que atravesábamos el día, nos dábamos cuenta, después de un esfuerzo enorme, que no habíamos podido hacerlo bien. Eso hacía que todos los días nos sintiéramos terriblemente mal. Fue duro. Muy duro.

-Realmente parece preocuparse por sus películas.

-Sí, es que si realmente no te ocupás, eso se nota y la gente lo siente. El lado comercial es difícil. Se trata de dinero. Se trata de ¿cuánto dinero estoy dispuesto a perder? No es que se trate de gente mala, sino de gente que está intentando proteger sus inversiones. De lo que se trata este asunto es de hacer una película del mejor modo posible sin comprometerla. Pero es un camino de obstáculos.

-¿Le genera algún tipo de interés el juego de poderes que se refleja en la película?

-Supongo que es algo que se podría encontrar en cualquier negocio, pese a que no me gusta llamar al negocio de las películas un negocio. Me gusta llamarlo profesión. Pero, en todo esto, hay una gran parte de negocio que juega un rol poderoso, porque los estudios empujan, uno empuja y, de lo que se trata, es de obtener lo que uno quiere. En mi caso es el hecho de hacer películas lo mejor que pueda, con los actores adecuados, con la gente adecuada y con los ingredientes adecuados. Y con gente que respete eso. Pero cuando ellos empiezan a calcular el monto del dinero, uno se tiene que dar cuenta hasta dónde se puede llegar. Allí es cuando el protagonista puede tener un rol importante. Fue el caso de Matt Damon en El buen pastor, quien estuvo genial facilitándome la tarea. Sin él no hubiéramos podido terminar el film.

-¿Con qué fue más difícil lidiar: con los egos de los actores, con los inversores o con el calendario estipulado?

-Bueno, creo que cuando uno trabaja con gente que realmente es buena y creativa el ego es algo bueno y hasta importante. Sea un actor u otro elemento de la película, uno tiene que permitir que cada uno de ellos se exprese tal como es, dando lo mejor de sí. Uno debe estar complacido con eso que ellos entregan, incluso hasta el punto de ser indulgente. La gente necesita ese tipo de facilidades para dar lo mejor de sí. Al menos ellos lo hacen por mí, hablando como director. En todas las películas que he visto o intervenido, los actores trataron de dar sus mejores performances.

-¿Qué es lo que se hace para mantener a esa gente con los pies en la tierra?

-No lo se, realmente, es una pregunta difícil. No estoy seguro cómo responder. Por un lado está la naturaleza de una película y la gente que trabaja en ella y que cobra por hacer eso, que es gente creativa, y luego está uno. Siempre hay una división entre lo que ellos necesitan y lo que uno necesita. De alguna manera se tiene que situar en el medio.

-¿Se ha encontrado alguna vez en situaciones difíciles siendo actor, situaciones como las que atraviesa el personaje de Bruce Willis haciendo de sí mismo?

-He tenido algunos problemas, pero el tema es que uno siempre tiene que lidiar con situaciones en las que no se puede prever que esa clase de problemas aparezcan, incluso conociendo a la gente que trabaja con uno, o sabiendo lo que ellos hacen. O si estás haciendo eso por determinada razón (tomando ese riesgo), uno tiene que saber de qué se trata, porque uno no puede de repente decir: "Ey, un minuto..." , porque uno sabía de qué iba la cosa cuando aceptó hacerlo y esa es responsabilidad de uno. Pero yo no estoy en la línea del personaje que Bruce Willis tiene en el film. Yo nunca he pasado por esa clase de experiencias. Él estuvo grandioso porque quería estar en la película y tiene un gran sentido del humor sobre sí mismo.

-Usted hizo una gran cantidad de comedias en los últimos ochos años. ¿Son las comedias un nuevo placer que descubrió hace poco o es que nunca antes se las habían ofrecido?

-Hice películas como el Rey de la comedia o Fuga a la medianoche que tenían algunos elementos de comedia. Incluso encuentro algunos en Taxi Driver. Pero es cierto que no eran películas cómicas como lo fue Analízame o La familia de mi novia. Realmente disfruté filmándolas.

-¿Qué sintió cuando leyó el libro de Art Linson y se dio cuenta de que hay un personaje que aparece haciendo de usted. ¿Lo retrató bien?

-Sí, me reí mucho. Pensé que estaba muy bien. Art escribe con humor, y no con el sentido crítico de una persona. En la película, el personaje de John Turturro interpreta a un amigo de Art en la vida real y lo que puedo decir es que ellos todavía se hablan (risas). Han tenido idas y vueltas, pero todavía son amigos.

-Mirando hacia atrás, ¿considera que tuvo una carrera dificultosa?

-No creo que haya tenido las dificultades de otras personas. De ninguna manera. En última instancia, es tan duro hacer una película, que lo que uno no quiere es que el resto de la gente la pase mal. Ahora, si uno realmente siente que necesita hacer algo de determinada manera, eso ya es otra historia.

-El método para componer sus papeles es no hablar con la gente en el rodaje. Se dice que ellos a veces pueden percibirlo como un gesto poco amistoso, pero es parte del proceso, ¿no?

-Sí, exacto, es solo una cuestión de foco.

-Vayamos hacia tras. Sus dos primeras películas.

-Yo era un actor de Nueva York y me fui a Hollywood por tres semanas a filmar Mean Streets, pero, la verdad, no salí mucho. Realmente nunca pasé mucho tiempo afuera. Luego filmamos dos semanas en Nueva York, que es donde siempre estoy. He estado una gran cantidad de veces en L.A. haciendo películas pero no viviendo. No es que estuve recorriendo L.A. como si fuera un actor joven.

- Si usted creyera que una película necesita algo para poder continuar, ¿hasta dónde pelearía para conseguirlo?

-Bueno, eso se reduce al dinero. Así que siempre que uno pueda debe tomar el camino con menos chances de perder dinero. En el caso de El buen pastor, Matt Damon salió al cruce cuando las dificultades habían aparecido, y eso realmente me alivió muchísimo. Hablo como director. Como actor, yo me divorcio de esos asuntos, si es que ya no estoy metido como productor. No hay nada como la presión de ser director. El director es el capitán del barco y realmente tiene que tomar decisiones que son duras.

-¿Cree que es duro tomar ese tipo de decisiones?

-Sí, siempre es difícil tomar esas decisiones. Por eso se llaman "decisiones difíciles" (risas).

-Alguna vez dijo que durante la filmación de El Francotirador necesitaba un oso y que el estudio le dijo que no. ¿Cuán lejos podría llegar en ese tipo de discusiones? ¿Podría pelear como lo hace Bruce Willis en la película?

-Lo que puedo recordar es que alguien podía decirme que haga esto o aquello y que yo no lo hubiera tolerado. Hay cosas que no están abiertas a discusión. O sea, está abierto a discusión con el director, porque el director es el jefe. Los tipos trabajan juntos, pero el que toma la decisión final es el director, no el estudio. El problema es que quien tiene el personaje del director en What Just Happened no tiene una personalidad fuerte, y si no tenés un director fuerte y la gente sabe cómo presionarlo, entonces tenés un problema. Como productor tenés que tener un director fuerte y no siempre estar de acuerdo con él, pero es mejor que alguien que no tiene un punto de vista sobre las cosas.

-¿Es duro para un director trabajar con usted?

-Me llevo bien con los directores, soy una persona muy soportable y cuando trabajo con ellos no hago más que trabajar. Aun si estoy en desacuerdo sobre algo, prefiero no pelear, no hay tiempo.

-La influencia de los medios y de los paparazzis ha ido en aumento en Hollywood en los últimos años. Usted está considerado uno de los actores más reservados. En las entrevistas raramente habla de cuestiones privadas. Estoy seguro de que esto fue una decisión consciente, pero ¿cuándo fue que tomó esa decisión y por qué? ¿Hubo algún incidente para tomarla?

-No, simplemente supe, a través de mi instinto, que quería estar afuera de todo eso. A veces soy honesto y franco con algunas cosas, pero no todo el tiempo.

-¿Puede hablar sobre lo que significó trabajar con Al Pacino en Righteous Kill? ¿Fue duro elegir ese proyecto luego de Fuego contra fuego, que es considerada una gran película?

-No, estuvo bueno trabajar con Al porque tuvimos un montón de escenas juntos en Righteous Kill. Fuego contra fuego también había sido una buena experiencia.

-Cuando usted trabaja con alguien como Al Pacino el público tiene una expectativa enorme. ¿Ustedes también?.

-Seguro. Los dos las tenemos.

-¿Cómo es trabajar juntos? ¿Es algo normal para ustedes?

-Sí, somos amigos. Nos conocemos desde hace un montón de tiempo, y eso facilita las cosas.

-¿Hay algún tipo de competencia entre ambos?

-No.

Entrevista realizada por Mark Stephenson/IFA - El 07/09/08.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Entrevista a Alejandro González Iñárritu


Con 39 años y una opera prima llamada Amores perros, el director mexicano Alejandro González Iñárritu se estrena en el cine con fuerza y solidez pasmosa.
"Me gustan las relaciones humanas -apunta-, las emociones, la complejidad, retratar lo vulnerable que somos y los cambios de puntos de vistas. Donde más me siento a gusto es teniendo a dos actores en una situación difícil".


En exclusiva y entrevistado en La Habana durante el XXII Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, en diciembre de 2000, Iñárritu reveló que el éxito no deja de ser un camino incómodo. Su cinta,que fue nominada a los Golden Globe en la categoría de mejor filme extranjero, fue desplazada por la del consagrado realizador de origen taiwanés Ang Lee, Crouching Tiger, Hidden Dragon. Alabada en Cannes, Cuba y Estados Unidos, Amores perros ha despertado elogios en críticos y público.
¿Cómo comenzó en el cine?
Soy autodidacta. No creo que el cine esté en la universidad o los libros, sino en la vida misma. Hay que atraparlo a mordidas. Me acerqué a él gracias a la radio y la publicidad, también con un mediometraje que hice para Detrás del dinero, una serie de televisión. Viví muchos días al año dirigiendo para mí pequeños bocetos o sketchs que escribía y eso dio la posibilidad de poder enfrentarme a la herramienta, a la técnica para poder entenderlo.
Amores perros significó saber que puedo contar una historia, creo. Es una película que fue muy importante desde su inicio, no solamente para mí, sino para todos los que nos involucramos, actores, técnicos y el escritor Guillermo Arreaga. Era como la pérdida de la virginidad, un momento muy importante donde se entrega mucho más que un trabajo sino una parte de uno mismo. El cine es una extensión del ser humano, y eso es Amores perros.
Los cineastas quisieran comenzar haciendo una película como la suya. ¿Le fue difícil?
Nunca me planteé si iba a ser exitosa. Era una necesidad de sobrevivencia. Con ella estoy en una encrucijada, pues la segunda se me hará más difícil. Pienso que con un gran fracaso es más duro levantarse. Pero el éxito no deja de ser un camino incómodo. Prefiero ser como una joven promesa que un viejo consagrado. La mayoría de los directores quieren que su primera obra sea vista por mucha gente. El fracaso es mejor siempre que lo lleves con dignidad. Cuando alguien lo toma de forma positiva engendra grandes proyectos y ambiciones. Desde el punto de vista práctico te deja soledad y el tiempo y espacio para estar contigo y poder replantearte una serie de cosas, y su porqué.
Hay en su opera prima una búsqueda de otra manera de decir no tradicional. Algunos ya vaticinan con su obra una ruptura en la manera de hacer cine.Hay una forma de ser, más que una búsqueda. Me encuentro ahí. Hice eso siempre en mis trabajos de radio y publicidad. No fue una decisión estética. Es parte de mi personalidad, de lo que me ha tocado vivir.
La crítica ha llegado a comparar a Amores perros con Pulp fiction, incluso subraya que González Iñárritu deja atrás a Tarantino.
A los críticos les encanta comparar para poder entender en qué terreno están caminando. Si bien la estructura es similar a Pulp fiction -cosa que no fue inventada con ese filme pues se halla en Rashomon y en la literatura en Faulkner, Borges o García Márquez o en el propio Callejón de los milagros- obedeció a una esencia de la historia. La contábamos así o no se podía hacer. Sin embargo, la esencia de la película está muy lejos de la de Tarantino. No sé si es mejor o peor, eso no me toca decirlo a mí. Me parece que en Pulp fiction hay una exploración de la violencia como producto de entretenimiento, lo cual a mí no me hacer reír porque la vivo en mi ciudad y sé lo dolorosa que es. Exploro la violencia a partir del dolor humano y la dimensión que genera eso. Esa es la abismal diferencia entre las dos películas.
La vida es una gran carrera de pérdidas. Pierdes la niñez, tus padres, el pelo, la inocencia y, al final, la vida. En mi filme se ve a un Octavio que descubre su sexualidad y pierde su pureza, a la novia, el perro, amigo y hermano; la modelo la pierna; el otro a su familia. Trata sobre amor-muerte-redención, sobre la dolorosa experiencia de aprender a amar a alguien y a uno mismo. Está además la relación del padre que no existe, abandona y regresa, la violencia familiar, la falta de fraternidad, Caín y Abel en las tres historias. Es compleja. Me cuesta trabajo describirla. Contiene demasiados ingredientes.
Amores perros es una pequeña biopsia de la dolorosa condición humana, de la compleja experiencia de estar vivos. A nivel personal retrata un pedazo de este mosaico que es Ciudad de México. Es una película que está a carne viva. Es una realidad no exaltada, es la realidad de todas formas. A todos nos pega, es un escopetazo del que salen miles de municiones y, por más que quieras apartarte, te pega.
¿Qué piensa de la violencia?
Es parte de nuestra naturaleza, lamentablemente. Lleva mucho dolor, para quien la genera o la recibe, también confusión. Ese estar en contra de nuestra naturaleza forma parte de nosotros.
¿Busca algo especial con las historias?Poder conmover, o mejor, conmocionar. Me gusta unir imágenes que no tienen nada que ver por yuxtaposición, crear una alquimia de situaciones de crisis o alivio. El cine finalmente es una terapia colectiva, donde todo el mundo se encuentra, unos lloran, otros ríen, otros se encierran en sí mismos, se enojan. Cumple una función casi sicológica. Me encanta desembocar o desatar cientos de emociones.
El cine latinoamericano ha pecado muchas veces de ser muy local e ideológico a ultranza. Sin embargo, su película rompe con ese discurso, logra trascender como una obra universal, su historia puede ocurrir en cualquier parte del mundo. ¿Cree que haya modo de superar esa crisis que se da en cierta filmografía de la región?
Cada cineasta es distinto. Creo que quizá lo que hace falta es un poco más de rigor y menos autocomplaciencia de directores, productores y público. Es muy importante subordinar todo a la historia y los personajes.
Solamente perdiéndose en ellos es cuando uno se gana a sí mismo y la obra tiene luz propia. Queriéndola ganar por alguna ideología, mensaje, posición política o personal se afecta la historia y pierdes todo.
Fuente cine-ojo.nireblog.com, realizada en Diciembre de 2000 en el Festival de Cine de La Habana.

martes, 15 de septiembre de 2009

Primera entrevista de Patrick Swayze desde la fatal noticia


Hace diez meses le diagnosticaron un cáncer de páncreas y le declararon "hombre muerto". Pasó por el infierno de la quimioterapia y se ha convertido en un ejemplo de coraje.



Han pasado diez meses desde el fatídico diagnóstico y una durísima quimioterapia. A pesar de todo, y contra todo pronóstico, Patrick Swayze vuelve a pasar hasta 12 horas diarias ante las cámaras, según informa el diario The New York Times."Me gusta trabajar duro", asegura Swayze, de 56 años. Actualmente, el protagonista de la mítica Dirty Dancingestá rodando la serie sobre el FBI The Beast para una cadena de televisión estadounidense."Estoy orgulloso de lo que estoy haciendo y a veces vuelvo a casa en el coche, echo un vistazo al espejo y me pillo sonriendo", comenta en la entrevista, la primera que concede desde que todos los medios, entre ellos El Semanal Digital, anunciaron la mala noticia.Gracias al consumo de bebidas proteicas, Patrick ha logrado recuperar la mitad de los kilos que perdió durante el tratamiento. "La quimioterapia es como un campo de batalla. Es el infierno", afirma el actor.El tipo de cáncer de páncreas de Swayze es muy agresivo. La probabilidad de cura es menor al cinco por ciento. Sin embargo, el actor sólo ha faltado al trabajo en la serie un día y medio, dicen sus compañeros. Si bien los exámenes más recientes arrojaron que ya no hay células cancerosas, el actor aún no puede considerarse curado.Patrick agradece en la entrevista el apoyo de su mujer,Lisa Niemi. La pareja lleva casada desde hace 33 años. "Sigo estando bien como para trabajar", comenta, "no he cambiado. Pero bueno, que digo, claro que he cambiado", reconoce. "¿Cómo se logra nutrir esa actitud positiva cuando todas las estadísticas dicen que eres hombre muerto?", le preguntan. "Trabajando", es la tajante respuesta de un hombre ejemplar.

sábado, 22 de agosto de 2009

Entrevista a Kristen Stewart de "Crepusculo"




Interpretar a la heroína, Bella Swan, en el bestseller de Stephenie Meyer, Crepúsculo, resultó un desafío mucho mayor de lo que Kristen Stewart esperaba en un principio. Esta actriz californiana de 18 años, una elección perfecta para el papel de chica adolescente incapaz de resistirse al encanto del misterioso vampiro, Edward Cullen (Robert Pattinson), no es la típica estrella de cine en alza de Hollywood. Stewart, inteligente, atenta y dotada de una actitud seria y formal, se adaptó al papel de Bella como si estuviera escrito para ella.
Stewart es una de las jóvenes actrices más prometedoras de Hollywood, y ha habido ocasión de verla recientemente en la épica producción alabada por la crítica, Hacia rutas salvajes (Into the Wild). Se dio a conocer interpretando a la hija de Jodie Foster en La Habitación del Pánico, y desde entonces ha aparecido en numerosas películas, incluidas Entre mujeres y La casa (Cold Creek Manor).



Pareces sentirte atraída por papeles de gran intensidad. ¿A qué se debe? ¿No te tomarías un descanso para hacer algo más ligero, como una comedia romántica?(Ríe)

Si me fuera a tomar un descanso, acabaría haciendo otra película. Me daría mucho más trabajo intentar sacar algo sustancioso de algo que está vacío, porque al final acabas convertida en una especie de guionista y ésa no es tu función. Ni estás capacitada para ella. Si vas a trabajar en algo, no tiene por qué tener necesariamente gran intensidad emocional pero, incluso cuando no aparenta tenerla, siempre acaba apareciendo (ríe). Como en esta película, no creí que fuera a resultar tan dura. Solo vi lo que se apreciaba a primera vista y me gustaba lo interesante que era y lo atractiva que me resultaba. Luego me di cuenta de que tenía mucho en qué pensar y era mucho más complicada de lo que pensaba en un principio.Parece que te has hecho perfectamente con el papel.Sí, pero no tengo esa especie de capacidad esquizofrénica que logran algunos actores, que parece que se conviertan en otra persona completamente distinta. Eso es algo que todavía no he hecho. Siempre me ha costado mucho mantenerme apartada del papel. O sea, si asumes la experiencia vital de un personaje y sus características en general, siempre es fácil que las adoptes. Es realmente difícil no hacerlo. No siento que sea otra persona distinta. O sea, no siento que esté en esa posición al interpretar el papel, como si sintiera cierta responsabilidad hacia esa persona. Así que no me lo llevo a casa y no puedo dejar de pensar en ello. Me afecta personalmente, pero siempre veo a mis personajes en una situación muy dura. Es como si siempre sintiera lástima por esa persona pero, en esencia, esa persona soy yo, así que, bueno, no sé qué pensar.

¿Te sientes identificada con el aspecto del amor obsesivo del film, cuando estás tan enamorada que pareces ser adicta a esa persona?

Sí. O sea, he pasado por eso, sí. E, incluso si no es el caso, a veces simplemente te obsesionas con la idea de algo, aunque nunca se haga realidad o nunca llegues a hacer frente físicamente a algo así, he llegado a estar obsesionada con la idea de cierta gente, sí.

¿Te refieres a estar colada por alguien?
Bueno, me refiero a antiguamente. Siempre ha sido gente a la que he conocido. Nunca he estado obsesionada por un famoso, ni nada de eso.

Entonces, ¿no has tenido un poster en la pared de Dawson Crece o algo embarazoso por el estilo?(Ríe)

No, la verdad es que no. He tenido a John Lennon en la pared.

¿En qué te pareces a Bella?

Bella no era un personaje especialmente diferente. Supongo que acabó convirtiéndose en uno, más o menos, pero creo que es su propia entidad aparte. Experimentamos la historia a través de ella, por lo que proyectas ciertos aspectos de tu propia personalidad en ella. Soy exageradamente analítica, me cuestiono mucho más que ella. Ella es muy recta, como si todo lo que pensara fuera como la palabra de Dios pero, al mismo tiempo, al principio de la historia, se cuestiona sí misma. No se cree gran cosa, no cree tener nada especial. Se pregunta por qué hay tanta atención centrada en ella. Como cuando llega al pueblo de Forks y se pregunta por qué se siente así por él pero, por qué debería sentirse él así por ella. Se cuestiona a sí misma en ese sentido, pero no cuestiona sus sentimientos. En ese aspecto, me parezco y soy distinta a la vez.

¿Por qué crees que Crepúsculo se ha convertido en semejante fenómeno?

Es muy voyeurístico. Es muy íntimo y personal, como si te tropezaras con el diario de alguien o algo. El simple hecho de que es una minuciosa narración de lo que esta chica piensa en todo momento sobre sus obsesiones y sus fijaciones, que a veces son muy extrañas. Como, por ejemplo, es capaz de pasarse todo un capítulo obsesionada por cierto aspecto de la mano de Edward o algo por el estilo, y normalmente no encuentras un libro entero escrito así. Ignoro completamente por qué, pero resulta extrañamente interesante.

¿Qué opinas de los vampiros y lo sobrenatural en general? ¿Es un tema que te fascina?

Me gusta la idea. Me parece interesante que se remonte 3.000 años y aparezca en culturas completamente distintas que por lo general no tenían ninguna relación entre sí… Tienen mitos muy similares en los que unas personas consumen a otras y viven eternamente. No creo en esas cosas. Creo que los vampiros son personajes que dan bastante pena. No son orgullosos, fuertes o triunfadores. Realmente, ocultan lo débiles que son. Es fácil calarlos. Resulta extraño tener un villano fuerte que da miedo y que está disminuido emocionalmente. No sé qué tienen. Son sexy, son seductores, porque no los conoces bien. No puedes tenerlos y eso te hace quererlos más.

Hablando de sexy, Rob y tú tenéis una química fantástica. ¿Crees que ese tipo de conexión se puede forzar?

Se puede. Somos actores. Claro que se puede forzar algo, pero es un trabajo mucho más duro cuando tienes que hacerlo. A veces simplemente te repelen ciertas personas sin ningún motivo. Como si, por la razón que sea, nuestras neuronas no se conectan correctamente y sientes aversión hacia ellos, simplemente no te gustan. Eso habría sido imposible en este caso. Habría tenido que decir: “Tenéis que buscaros a otra para Bella, porque yo no puedo hacerlo”. Sería una mentira. Sería espantoso, sí. Pero, no sé, al mismo tiempo, no creo que tenga que estar ahí. Esa química es muy difícil de definir.

“¿Cómo estáis Rob y tú? ¿Cómo respondéis el uno al otro?”

No sé. Nos vemos, realmente nos vemos, y eso era muy importante. No es: “Oh, bueno, podemos bromear e improvisar diálogos entre nosotros muy bien”. Bueno, no es química. Es como si pudieras realmente ver a esa persona. No puedo describirlo de otra forma.


¿Qué tipo de cosas te gusta hacer en tu tiempo libre? ¿Te gusta el aire libre?

Me gusta salir. No soy muy fuerte, tengo una piel muy pálida y delicada y no tengo una gran fuerza física, precisamente; no soy una persona de playa, lo que es una lástima. Me encantaría hacer un viaje por carretera.

Deberías hacer ese viaje antes de que todo el mundo sepa quien eres.

Sí, creo que a estas alturas la verdad es que ya es un poco tarde, porque la película se estrena muy pronto (ríe).

Parece que tengas una relación de amor/odio con la interpretación. Pareces una persona a la que le supone un gran esfuerzo.

Exacto. Puede resultar muy pesado cuando se trata del trabajo en sí, porque resulta muy doloroso, a veces, y apabullante, es como si… al contar una historia, formar parte de algo que ha sintetizado la vida de unas personas, supone que ya lo sabes todo y yo nunca me atrevería a algo así.

Dices ser exageradamente analítica. ¿No haces nunca nada porque sí, sin pensarlo? ¿Cómo eras de niña?

Bueno, en el colegio, cuando estaba terminando algunos de mis deberes, podían decirme: “Puedes echarle un vistazo por encima y hacer una especie de versión resumida”, y yo nunca pude hacerlo. Siempre tenía que hacerlo entero, todo completo, porque no tiene ningún sentido si solamente haces parte del mismo y, si no tiene sentido, entonces, ¿qué estoy haciendo? Sí, supongo que cuesta más. Hace falta ser de un tipo de persona, una persona que sea capaz de ignorar ciertas ideas y opte por el camino más fácil.

¿Por qué dijiste que, si no te dedicabas a ésto, serías una vagabunda?

Exacto. ¿Quién sabe qué estaría haciendo?
Es de suponer que sería algo artístico…No sé. Me costaría mucho ganarme la vida porque soy muy autoindulgente y muy perezosa…

¡Menuda combinación! (Ríe)

Quiero decir que a veces tengo una ética de trabajo de locos, si tengo el proyecto adecuado, pero hace falta mucho para eso. Hace falta mucho para sentirse inspirada. Me intimida tener que pensar de verdad porque es mucho trabajo y, cuando noto que empieza es como: ‘Oh, no. Mejor me pongo a ver una película’. Me pondría a hacer otra cosa en vez de eso, como quizá… Quiero sacar fotos y hacer libros de fotografía con textos. Crearía libros; compraría diarios y crearía libros. No tengo ni idea, la verdad, ni la más mínima idea.

Entrvista al Director de Cine Guillermo del Toro



Javi Araguz ha entrevistado al aclamado director Guillermo del Toro. (Javi Araguz es eVoboy, webmaster de Evobox)





1-¿Cuándo, dónde y por qué surgió la idea inicial para “El laberinto del fauno”?

La verdad es que surgió hace ya mucho. Realmente, la tentación era hacer una historia completamente diferente a la finalmente rodada, porque la composición original era una película más del tipo Arthur Machen o Algernon Blackwood, sobre “la fuerza de lo pagano”. Fue una idea completamente diferente, la idea era que una mujer preñada con su marido cornudo, viajaban a una vieja mansión en la costas cántabras y la mujer se enamoraba de un fauno que vivía en el laberinto en ruinas. Al final, terminaba sacrificando a su hijo con tal de vivir en el reino de la hadas. La mujer estaba abandonada por el marido, había un embarazo no buscado y una ella sentía el despertar por una pasión amorosa y por la imaginación hasta el punto de decir: “Prefiero perder a mi hijo unos minutos y luego lo encuentro en el mundo de las hadas”. Una locura. De repente terminó en una locura igualmente descabellada que fue una fábula antifascista, no sé cómo evolucionan estas cosas, pero así fue en este caso.


2-¿Por qué el fascismo es un tema recurrente en tus películas?


La voluntad, más que el fascismo. Lo que me interesa del fascismo es justamente que es un hoyo negro de la voluntad. Es un sistema que no necesariamente es único, pero absuelve la brutalidad, absuelve la falta de moral y absuelve la decisión propia. Cuando te dicen “Tú puedes matar a esta gente porque que son judíos, rojos o homosexuales, ¡lo que sea!” En ese mundo puedes permitir una acción brutal en base a un consejo colectivo, eso es lo que me asusta.


3-¿Es cierto que te inspiraste en varios cuadros de Goya?


Bueno, de Goya, de Rackham, de los pintores simbolistas… De hecho hay citas concretas en la película a muchas obras. Por ejemplo, el cuadro de “Saturno devorando a su hijo” lo cito cuando el hombre pálido se come a una de las hadas. Hay citas muy textuales sobre la forma de pintar y dibujar de Arthur Rackham, también hay citas muy puntuales a algunos pintores simbolistas. Extrañamente, es la película más influida por la literatura infantil, la literatura sobre la literatura infantil y la pintura que he escrito.

4-El diseño para del fauno es genial y no coincide con el arquetipo de fauno de la mitología griega.


¿Cómo distéis con la imagen para el personaje?
Desgraciadamente para mí, yo veía a un fauno cuando era muy pequeñito y dormía en casa de mi abuela. Al dar las doce de la noche, sonaban las campanas de la iglesia y yo veía a un fauno saliendo de mi armario. Entonces empezaba a gritar. Lo veía siempre igual; salía primero la mano, luego la cara de cabra y luego la patita de cabra izquierda, y en el momento que salía a por mí yo gritaba y me llevaban a la habitación de mi abuela. Por las mañanas buscaba tras el armario, tratando de encontrar un portal o algo detrás. Y de ahí viene un temor recurrente en mis películas: “la visitación nocturna en la en la cama de los niños”. La niña en “Cronos” que se despierta a media noche y descubre al abuelo yonki, inyectándose con el aparato, todos los niños visitados por el fantasma en “El espinazo del diablo”… Todas esas escenas, vienen de ese recuerdo primigenio. “El laberinto del fauno” es una película que está muy basada en eso, pero las piernas de ese fauno estaban principalmente inspiradas en los dibujos de Arthur que tienen ese tipo de árboles torcidos y vagamente sexuales.


5-¿Cómo encontraste a Ofelia (Ivana Baquero)?


Para el cásting de la niña vimos alrededor de 100 aspirantes, y no había ninguna que pudiera con el papel. Finalmente entró Ivana y yo dije: “Es muy mayor para el papel”, ¡porque el guión está escrito para una niña de ocho años! vana era físicamente muy diferente a Ofelia, si la ves ahora, tiene el pelo rizado y las cejas un poco más gruesas. En la película le pusimos el pelo lacio. Ivana leyó el papel, concretamente la escena en la que habla con su hermano en el vientre de la madre, y al terminar todo el mundo estaba llorando en la sala de pruebas. Esa niña es un monstruo, la cité una segunda vez y la di unas instrucciones muy puntuales. Es muy importante en una actriz que sepa escuchar y ella siempre escucha.

6-¿Por qué decidiste ambientar la historia en la posguerra española?


Para mí “El espinazo del diablo” era una metáfora sobre la guerra civil concretamente, pero sobre la guerra en general, y de repente el mundo del 2001 al 2006 había mucho. “El espinazo del diablo” se estrenó el 9 de septiembre de 2001 en EEUU, el 10 cogí un avión para ir a Los Ángeles y el 11 de septiembre estaba en el cuarto de edición de “Blade 2” viendo las noticias. El mundo de entonces cambió tanto que pensé que valía la pena crear un paralelismo y ver qué había pasado con España del año 39 al 44. Intenté hacer un seguimiento, encontrar una coartada histórica en la que España se viera como en un laberinto. Y en el 44 sucede que todavía hay resistencia, hay todavía la esperanza de que los aliados, después de Normandía, miren hacia España y ayuden a derrocar a Franco, cosa que jamás sucedió. Pensé que era un momento idóneo para hacer una fábula sobre la desobediencia. La desobediencia es totalmente lo contrario del fascismo, que es la obediencia del grupo para el grupo.

7-¿Por qué decidiste rodarla en España? ¿Qué diferencia hay entre rodar aquí, en México o EEUU?

La verdad es que como la historia estaba ambientada en España, me surgió naturalmente la inquietud de rodarla aquí. La verdad es que se filma muy a gusto en España. Técnicamente no hay ninguna desventaja, humanamente, la verdad es que se vive mucho mejor en España que en casi cualquier otro lugar del mundo. Yo creo que México y España son lugares muy vivos, de manera muy diferente, pero lugares dónde se vive bien, la gente come bien, se divierte bien, es todo muy vital. Rodar la película en España, lo único que sí supuso fue empujar a todos los departamentos al máximo. Teníamos a Ramón Moya en decorados, sufriendo, pero disfrutando enormemente porque estaba construyendo algo enorme. Toda la película sucede ambientada en decorados construidos. Teníamos a DDT teniendo derrames cerebrales cada dos semanas, porque estábamos pidiendo un sapo gigante, un fauno, un hombre pálido, una mandrágora, varias amputaciones… se sentían felices, pero empujados hasta su límite vital. Realmente, David tuvo un par de momentos bastante duros en la película. Lo importante es que al empujarlo todo, la película tiene una factura poco común en cuanto a cine español se refiere. Es decir, la factura técnico lo empuja todo un poquito, más allá de lo normal.

8-A menudo hablas de producir a jóvenes noveles con talento. Cuéntanos más sobre ello.

Hay gente que me interesa mucho para que debute en el mundo del cine, gente con mucho talento. Está David Alcalde, Eugenio Mira, Luiso Bermejo, Elio Quiroga, hay gente con cortometrajes que, tras verlos, deseas ayudarlos para que algo suceda. Pero al mismo tiempo estoy tratando de producir a esa gente con cuyo guión y proyecto me siento identificado yo también. En el caso de Bayona, leí “El orfanato”. Conocía los cortos de Bayona perfectamente, y aunque ninguno me indicaba la proclividad hacia el terror, sabía que el tipo era un talento que tarde o temprano va a convertirse en una fuerza futura del cine español. Es bonito ser parte de los primeros pasos de alguien, porque puedes protegerle de los otros y de sí mismo, que también es muy importante. Lo que busco es gente en la que confíe, pero que también sepan escuchar. Proyectos que no sólo le gusten a ellos, sino que me gusten a mí también. Si no se dan esas condiciones, para mí no tendría sentido producir. Puede haber un director brillante y con un guión que yo no entienda, pero para mí no basta con eso para involucrarme, no basta con confiar sólo en el director. Tengo que confiar en el guión, en el director y en muchas cosas más, para poder manejar mejor. Por ejemplo, Alfonso Cuarón y yo coprodujimos una película llamada “Crónicas”, con John Leguizamo y Leonor Watling. Confiábamos plenamente en el director, confiábamos plenamente en el guión, pero en postproducción hubo un momento bastante duro en el que se tenía que cambiar el final porque, evidentemente, no funcionaba. Tuvimos esa charla con el director y accedió sin problemas, cambiamos el final, se filmó otra vez. La película resultó tan bien que fue seleccionada para Cannes, y estamos felices de haberla llevado a cabo, pero si no hubiera existido ese diálogo, habría sido difícil producirla.


9-Pregunta sorpresa… ¿Qué quieres que te pregunte?


A mi me gusta mucho Lovecraft, y cuando hablamos de “En las montañas de la locura” siempre me preguntan por qué quiero llevarla al cine. Para mí, el texto de Lovecraft no tiene un contexto que parezca muy relevante hoy día, y es que él escribe sobre la exploración antártica, es un poco la mezcla de aventura a lo Shackleton y cuento de horror a lo Poe, con los elementos del horror cósmico de Lovecraft. Lo que intento mostrar en el guión, no es sólo la insignificancia de la escala del hombre en relación al cosmos, que es de lo que trataba la novela, sino mostrar la locura, no solo de la mística lovecraftiana, sino de la locura del hombre por el conocimiento. El como la fe es suplantada por el conocimiento. Un horror profundamente jesuita si quieres, en donde el hombre debería sostenerse por la fe y no por el rigor científico. Me interesa mucho, porque es un momento en el que yo creo que todo lo que es espiritual está siendo corroído por lo material, y la película tiende a hablar de eso.

10-Sobre el final de “El laberinto del fauno”. ¿Fantasía o realidad?


Para mí, por supuesto… REALIDAD.

23 de Octubre de 2006Volver a Butaca13.com.ar

martes, 28 de julio de 2009

Entrevista con Christopher Nolan


Me sobrecoge que me comparen con Hitchcock




La película de culto 'Memento' (2000)puso el nombre del realizador británico Christopher Nolan (Londres, 1970) en la órbita del universo cinematográfico. Su talento se confirmaría después con 'Insomnio' (2002) y sobre todo con 'Batman begins', donde demostró que era capaz de acometer un proyecto importante de un gran estudio sin perder un ápice de creatividad, en lo que, hasta la fecha, es una de las mejores películas que el popular subgénero del cine de superhéroes ha dado. Ahora, con 'El último truco', Nolan nos introduce en el mundo de los espectáculos de magia, transportándonos a la Inglaterra victoriana, donde dos célebres ilusionistas luchan por ganar la supremacía de la escena londinense. Un mágico e inteligente thriller de época, con un reparto de lujo, de la mano de un cineasta que empieza a ser comparado con Alfred Hitchcock.
'El último truco' se sitúa en una época en la que los espectáculos de magia estaban muy de moda...
Antes de que hubiera televisión o radio, en los albores del cine, los magos eran las grandes figuras del mundo del entretenimiento, las estrellas de rock de su época. Hoy en día los espectáculos de magia todavía son populares, pero no tanto como entonces.
¿Fue difícil adaptar el libro de Christopher Priest?
Tardamos bastante tiempo en hacerlo. Lo leí hace unos siete años y luego estuve un buen tiempo pensando en cómo lo llevaría al cine sin que perdiera los elementos esenciales de la historia.
Y escribió el guión junto a su hermano Jonathan...
Nos gusta trabajar juntos. Se trata de una colaboración muy honesta. Al ser hermanos no hay problemas de ego ni de otra índole y nos decimos las cosas a la cara. Escribimos por separado y después nos juntamos para discutirlo todo. A veces nos peleamos, pero son discusiones productivas.
Después de 'Batman Begins' vuelve a trabajar con Christian Bale y Michael Caine, con el lujo añadido de Hugh Jackman y Scarlett Johansson...
Sí, pero Christian y Michael tardaron en unirse al proyecto. La verdad es que quisimos rodar 'El último truco' antes de 'Batman Begins', y con un reparto distinto, pero nos dimos cuenta de que no teníamos tiempo para hacerle justicia a la película, así que la aplazamos. Christian se enteró de lo que estábamos haciendo, leyó el guión y me llamó para decirme que estaba interesado en dar vida al mago Alfred Borden, lo que resultó idóneo. En el caso de Michael Caine, parece que su personaje hubiera sido escrito para él, ya que le encaja como un guante; pero no fue así. Y es que no escribimos papeles para ningún actor en concreto, aunque creo que los escogimos muy bien. Me decanté por Hugh Jackman porque buscaba un buen actor que también tuviera presencia en escena, debido a la afinidad que su personaje, el mago Robert Angier, tiene con el público. Y a Scarlett le encantó su papel.
Además, cuenta también con la participación de David Bowie.
Soy un gran fan suyo y siempre le tuve en mente para el papel de Nikola Tesla. Tiene un rol pequeño, pero clave en la historia, con una presencia notable y carismática. Yo quería a alguien que no fuera una estrella de cine, así que volé a Nueva York para convencerle, y lo logré.
Michael Caine, entre otros, le ha comparado con Hitchcock?.
Cualquier comentario positivo que venga de parte de alguien como Michael Caine es un lujo. El hecho de que el público vaya a ver mis películas y hable de ellas ya me satisface muchísimo; pero comparaciones de esa índole me sobrecogen.
¿Le preocupa que su éxito le lleve a escoger una serie de proyectos más comerciales, que pueden minar su independencia creativa?
Al final todo se reduce a las elecciones creativas que uno toma y, por suerte, ahora puedo escoger mis proyectos. Se tarda tanto tiempo en hacer cualquier película que hay que asegurarse de que merezca la pena.
Fuente: Importante periódico de España

sábado, 25 de julio de 2009

Entrevista a Johnny Depp.


La entrevista ha sido extraída de un Importante Periódico Español.
5 Diciembre, 2007

¿Hay un verdadero pirata dentro de usted?
Mentiría si no admitiera que tengo algo de pirata, pero creo que todos tenemos un pirata dentro de nosotros. Nos traslada a cuando éramos niños y queríamos ser piratas, karatekas o ‘cowboys’. Tiene que ver con la libertad, la rebelión y el sentimiento de no tener responsabilidades. A veces pienso que roza lo criminal hacer este trabajo y darme cuenta de que me pagan por ello, porque, aunque es duro, también es muy divertido.

Siempre se ha dicho que los piratas solían tener numerosas mujeres en distintos puertos, pero usted parece tener un sólida relación con Vanessa Paradis. ¿Cuál es el secreto de su matrimonio?

Vanessa y los niños son muy importantes para mí porque, de alguna manera, también me han ayudado a encontrarme. Siempre recordaré los pensamientos que se cruzaron por mi mente cuando Vanessa se quedó embarazada por primera vez. Empiezas a pensar en el futuro y en todo. Fue el comienzo de una revelación. Y cuando nació mi hija sentí que me quitaban un velo y desaparecía una capa de niebla de mi propia vida. Gané en claridad y enfoqué mejor la dirección que debía seguir. Me dio una nueva perspectiva, ayudándome a separar lo que es importante de lo que no. Y me enseñó que, en ocasiones, hay que seguir hacia adelante.

¿Ser padre le influye a la hora de coger sus papeles?

Sí, el hecho de ser padre afecta las decisiones que tomo en mi vida, como las películas en las que participo. Quiero que mis hijos estén orgullosos de mí y hacer películas que puedan ver. Tener niños me ayudó a encontrar a Jack Sparrow para la primera película, porque durante dos años y medio no paré de ver dibujos animados con ellos. Y me di cuenta de que las reglas que siguen estos personajes son distintas de las que tienen los de carne y hueso. Así que me fue de gran utilidad usar esa inspiración, ese aprendizaje, para el papel.


Pero, aunque tenga un niño dentro, lo cierto es que se va haciendo mayor. ¿Cómo lo lleva?

Creo que lo llevo muy bien, a lo zen. De hecho, me gusta la idea de hacerme mayor, aunque estoy seguro de que llegará el día en que mi espalda me pase factura. Pero, por ahora, todo va bien. La verdad es que siempre quise hacerme mayor, y cuando tenía 37 ó 38 años no estaba muy seguro de dónde me encontraba, pero cuando cumplí los 40 me llegó una especie de sensación de libertad con respecto a ciertas responsabilidades, las de un hombre joven, las del que quiere superar a todos y, por ejemplo, trasnochar. Ahora no me importa acostarme a las 9.30 de la noche. Así que me gusta y me siento libre.

¿Y le preocupa su imagen o la ropa que lleva?

Nada. Decido lo que me apetece ponerme y lo hago, sin preocuparme demasiado. Puede que sea mi lado femenino apoderándose de mi (entre risas).

Hablando de su lado femenino, parece que Jack Sparrow también cuenta con él, y bastante acentuado en algunos momentos…

Es gracioso porque creo que todos estamos en contacto con nuestro lado femenino, lo admitamos o no. Y cada caso es diferente, pero lo cierto es que yo me crié junto a dos hermanas mayores, debido a que mi hermano no estaba en casa, así que nunca tuve claro cuál era mi lado femenino. Sólo intento ser sensible y creo que es bueno serlo.

¿Tiene mucha confianza en sí mismo?

Siempre he pensado que ser diferente no tenía nada de malo. Todos somos diferentes, pero hay una especie de temor en la sociedad a serlo. Nadie quiere que lo tachen de loco, pirado, raro o de cualquier otra cosa, así que escondemos nuestra individualidad. Pero yo siempre tuve una idea bastante clara de quién era. De adolescente mi mundo era la música, nadie me podía desviar de ese camino, y hoy sigue siendo una parte importante de mí. Luego la interpretación entró en mi vida, pero mantuve una clara idea de mí mismo. Y eso es algo que les enseño a mis hijos, que no hay nada de malo en ser distinto. Es bueno tener tu propia opinión y mantener tu integridad.

En esta segunda entrega se ha colocado de nuevo los dientes de oro del capitán Sparrow.

JOHNNY DEPP: Bueno, no me quedaba mas remedio, aunque para mí eso no haya sido lo mejor del personaje, pero ya me he acostumbrado.

Y todavía le queda otra película por rodar.

Por eso me los he dejado puestos; no quiero sufrir el mismo tormento.

¿Qué es lo que más disfruta al interpretar al capitán Sparrow?

Es un personaje divertido. Los guionistas Ted, Terry y Gore han creado una historia muy interesante. Además el personaje ya me resultaba familiar. Es como mi hermano gemelo.

Ha arriesgado mucho en la evolución de su personaje. Aparece un Sparrow muy exagerado en su afeminamiento.

Tal vez en cierto modo así es, pero no lo sé. No estoy seguro. Muchas cosas influyen en mi interpretación. No ha sido fácil repetir la experiencia. Quería darle una nueva profundidad al personaje, pero no he visto la película y con eso que me está usted diciendo comienzo a asustarme.

¿Es cierto que usted nunca ve las películas que protagoniza?

No, no me gusta verme en la pantalla; no he visto ninguna de las películas que he interpretado.

En el pasado, cuando tuvo la oportunidad de saborear su éxito comercial con la serie de televisión ´21 Jump Street´, dijo que se sentía atrapado y que le agobiaba la posibilidad de que la fama afectara a su trabajo. Ha pasado el tiempo y parece que es capaz de tener éxito y seguir siendo auténtico.

La gente puede decir y pensar lo que quiera, pero la oportunidad de hacer aquella serie fue buena, pues tuve ocasión de aprender y crecer en mi profesión. Rodaba cinco días a la semana durante nueve meses. Fue una gran escuela frente a la cámara, aunque me fastidiaba convertirme en un producto de consumo. Sé reconocer la parte de negocio de esta industria y en aquel momento me juré a mí mismo que sólo interpretaría los personajes que me interesasen, hacer lo que quería hacer; si fallaba, el que fallaba era yo, y si funcionaba, funcionaba yo con mis ideas.

¿Nunca se ha traicionado a sí mismo?

Ahora que he hecho ´Piratas del Caribe´ y ´Charlie y la fábrica de chocolate´ me he dado cuenta de que mi trabajo es muy consistente incluso desde que empecé con ´Cry Baby´. Jamás he tenido un momento en mi carrera en el que haya traicionado mis instintos. Jamás he rodado una película por dinero. No he cambiado en el proceso de selección y mi lealtad al trabajo es la misma desde el principio

Basó el personaje de Jack Sparrow en Keith Richards, que en la tercera parte interpretará a su padre

Al principio me dio miedo decírselo, porque temía su reacción, pero luego, cuando se enteró, se lo tomó muy bien. Aunque ya le conocía, nos hemos hecho muy amigos. Keith es genial.

Déjeme interrumpirle… Cuando supo que Keith Richards se había caído de una palmera en sus vacaciones, ¿temió que no pudiera aparecer en la tercera parte de piratas?

Pensé que era un mal momento para caerse, pero acentuó mi idea de que es el padre perfecto para el capitán Jack (risas). Al principio me asusté mucho porque no sabía qué le había pasado, aunque una vez que pude hablar con su equipo de gente y comprobé que estaba bien y que iba a volver pronto a cantar dejé de preocuparme.

¿Es cierto que a sus hijos les encanta su papel de Jack Sparrow?

Digamos que les encanta verme en el rodaje como Jack Sparrow, pero no soy su personaje favorito de la gran pantalla. Para ellos no hay nadie mejor que Spiderman. Ese es el personaje con quien más tiempo pasan en la televisión. Cuando les apago la televisión con la voz de Jack Sparrow: “Ya está bien niños, ya está bien”, mi hijo se da la vuelta y me dice: “Anda, papá, déjanos en paz, que estamos viendo Spiderman”.

Fin de la entrevista

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